Artículos de Prensa

El Señor D.Eduardo Acevedo Díaz
La Democracia,1873
http://www.archivodeprensa.edu.uy/biblioteca/Eduardo_Acevedo_Diaz/lib/exe/fetch.php?media=elcaudillo1897.pdf


25 DE AGOSTO de 1825 Filosofía Histórica de la fecha
La Alborada,1896

LA ALBORADA. MARTES 25 DE AGOSTO DE 1896 AÑO I-NÚM.8


EL 25 DE AGOSTO DE 1825

FILOSOFÍA HISTÓRICA DE LA FECHA

La declaración del 25 de Agosto de 1825, no fué desde luego una fórmula sencilla arrancada á las circunstancias, ni un reto de osadía lanzado al enemigo poderoso para inflamar el sentimiento del patriotismo y enardecer las virtudes guerreras. El sentimiento de la patria es­taba en todos los corazones, flotaba en los espíritus, encendiendo en ellos la lla­ma de nuevos destinos é invitándolos á vincularse solidariamente ante una res­ posibilidad común y severa. Las virtudes militares no necesitaban de ese estí­mulo en medio de la victoria, porque el ideal de una patria libre oreó desde el principio del combate sus sienes bajo la forma de una bandera inmaculada que había ungido el triunfo y zahumado la gloria. Aquel acto memorable se consu­mó á impulsos de convicciones profundas y de planes meditados, como una sanción solemne de la aspiración nacional y un sello perdurable puesto al pacto tácito en los orientales de consti­tuirse en familia y librar á su solo es­fuerzo   la conquista de sus intituciones, de su libertad y de su engrandecimiento.

Explícase así como la batalla de Sarandí, obra exclusiva del sable de los dragones orientales, fué la causa eficien­te de la declaración del 25 de Agosto de 1825; y como la batalla de Ituzaigó, último canto de una epopeya cuyos lauros pertenecen á los nobles soldados argen­tinos, fué el origen de una convención que devolvió la paz á esta vasta zona y sirvió de escudo á nuestra joven nacio­nalidad.

Rindamos tributo en este dia memo­rable á todos los que entonces merecie­ron el laurel; á aquellos que al pisar su suelo nativo con Lavalleja, abandona­dos de todos, sin más esperanza que Dios y el azar dé las batallas, ofrecieron el perdón á los hermanos extraviados jurando vencer ó morir sobre el puño de la espada, sin otro culto que la patria ni otro ensueño que la gloria; á aquellos que tantas veces vencedores en admira­bles guerras, armados al pié de los An­des caballeros andantes del derecho, se lanzaron sin menguados celos á reivin­dicar el de nuestra soberanía; y á aque­llos qué, intérpretes fieles del sentimien­to y de la voluntad del pueblo emanci­pado, consagraron su aspiración fer­viente en el acto inmortal de la Florida.



Eduardo Acevedo Díaz



El Caudillo de 1897 (Fragmento de trabajos inéditos)
La Alborada,1898
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El Comandante Francisco Ledesma
Fragmento del Doctor Eduardo Acevedo Díaz
La Alborada,1898
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Notas Finales 
 La Alborada, 1898
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El Regimiento Número 9
La Alborada,1900
http://www.archivodeprensa.edu.uy/biblioteca/Eduardo_Acevedo_Diaz/lib/exe/fetch.php?media=regimientonumero9.pdf